miércoles, 18 de marzo de 2015

Reencontrar.

Quiero escribir algo que valga la pena leer. Algo que sobrecoja. Algo que te haga ver el mundo diferente, desde el momento en el que lo leas y para el resto de tu vida. No pretende ser una lección que aprenderse de memoria y recitar todos los días sin pararse a comprender. Pretende ser cualquier cosa, que cada uno sea capaz de interpretar a su manera, de entender diferente y que la haga suya y única para siempre.
Viendo aquello que quería escribir me di cuenta de que eso ya estaba escrito y que no era algo demasiado complicado ni elaborado. No había que comerse la cabeza. No lo intentes - me dije - está todo inventado. Descubrí que aquello que quería escribir no era otra cosa que una palabra: "vida". Y lo gracioso era el sentido que le había encontrado yo a la mía.

Cada palabra es una mancha innecesaria en el silencio y en la nada.

jueves, 12 de marzo de 2015

En silencio.

Creen que no te conozco, pero yo creo que se equivocan. Quizás no haya tenido la oportunidad de estar tan unido a ti como me hubiese gustado, sin embargo, te he observado todo lo que he podido, he compartido contigo techo y cada vez que decías algo y mis oídos estaban lo suficientemente cerca como para oírte, yo te escuchaba. Poco a poco he ido atando cabos, de manera que he llegado a conocerte, aunque nadie sea capaz de saber cuánto. Así que espero que nadie me juzgue si se me escapa un "te quiero", sea como sea, es sincero.

domingo, 8 de marzo de 2015

Te escucho.

Vuelve a hablarme, mar.
Que tu sal vuelva a acariciar mi cara.
Permite que la brisa dibuje en mi cara una sonrisa.
Déjame ser libre en ti, prisionero de tu sol y de tus nubes.
Mírame a los ojos y dime que me has echado de menos, tanto como yo a ti.
Y sino, borra de mi cabeza tus recuerdos, olvídame y aprende a vivir sin mí.

Al desamparo de tu luz azul, fuerte y bella.


miércoles, 4 de marzo de 2015

Aquí.

Aquí. Donde te pienso; donde te espero; donde, de repente, no parece tan mala idea. El robarte un beso; el decir "te quiero"; el desatar la locura y aparcar la cordura; el desear que entres por esta puerta y que lo tengas claro. Voy a ser muy, muy brusco, harto de intentar ser delicado. Voy a tomar decisiones y vas a ver como lo hago, contigo. Vas a ver como cambian las cosas, vas a ver como todo va bien. Déjate, sabes muy bien que no es un error. Déjame, buscar hasta encontrarlo. Atrévete, a dejar mi cama hecha un cuadro; el más bello que jamás se haya visto.




martes, 17 de febrero de 2015

Belle.

Ella era una chica normal, a primera vista no tenía nada especial ni nada que llamara la atención. No tenía demasiados pretendientes, ni falta que le hacían. Ella era preciosa, pero nadie se daba cuenta, salvo algún que otro loco que iba por la vida fijándose en algunos detalles y dejando pasar todos los demás. Aquel, loco de atar, se fijó primero en sus ojos. Asustaban, pero sabía que si se los ganaba habría encontrado un sitio donde refugiarse. Después, al poco tiempo de sentirse acorralado por su mirada, ella esbozó una sonrisa y soltó un par de palabras amables. El miedo pareció disiparse y se dejó llevar por la confianza que le transmitían esos labios. De pronto, una vez que su atención se había quedado con ella, aparecieron miles de detalles: su pelo, cada palabra que salía de su boca y cada cosa que descubría de ella por casualidad. Lo que más le sorprendió fue que todo aquello le gustó, no hubo cosa que no le fascinara. Ella era la mujer más bella, a todos los niveles. ¿Cómo alguien en su sano juicio podía romperle el corazón? Pues así era, los detalles se los había quedado el loco y probablemente le torturarían durante mucho más tiempo, pero había otros mucho más locos que él, capaces de dejarla ir. ¿La belleza está en los ojos del que mira? No. Está en todos sus detalles que pocos pueden ver. Ella era preciosa y eso era indiscutible.

Se perdió en ella y ahí se encontró.




Acabar con el mundo.

Apreciar el dormir como anticipo de la muerte, como descanso de esta vida, como lugar de refugio tras los días más duros que carecen de sentido. Todo esfuerzo es en vano, todo esfuerzo desgasta. Es el sitio equivocado, y el momento tampoco es que sea muy bueno. Que luzca el sol o la luna ya no importa, porque cierro los ojos siempre que puedo esperando no tener que volver a abrirlos nunca. Estoy en casa, al abrigo de mi solo corazón, dentro de mí, en una mazmorra de la que no puedo salir. Antes de plantearme siquiera vivir ya estoy muerto, cuando todo carece de sentido, solo el final lo tiene. "La vida es muy larga", qué acertadas palabras. Tomaría ahora una decisión, de manera cobarde y egoísta, como todo lo demás, ya sabes cuál sería. No es descabellado, más de mil veces se me habrá pasado por la cabeza, hasta hoy, día de despedidas. No quiero que piensen que alguien tuvo la culpa, yo tomé la decisión de librarme de mi tortura, de renunciar a aguantar un segundo más. Por supuesto tendré miedo antes de apretar el gatillo, y pensaré en todo lo que estoy dejando atrás, sin saber qué es lo que hay por delante. Avanzar a ciegas, si es que se avanza, cuando cierre mis ojos por última vez, para soñar con quién sabe qué. Solo pido que no crean que mi vida se irá con el disparo, se fue hace ya tiempo, porque el mundo no se acaba con un estallido, se acaba con un sollozo.



jueves, 29 de enero de 2015

Sea knows.

Somos dos voces luchando por sonar más claro, pero no más alto. Somos el sol que se cansa y se acuesta. Somos ojos serios, torturados, a punto de estallar en lágrimas. Somos pueblos enteros en llamas y el loco que les prendió fuego. Somos errores tan grandes que, aunque la encontremos, ya no cabemos por la puerta en la que pone "acierto". Somos maletas que viajan vacías, de sentimientos. Somos una mota de polvo en una habitación impecable. Somos huérfanos del mar, que ya no encuentran su casa. Somos afortunados, desagradecidos. Somos solo tumbas llenas de flores marchitas. Somos el que se rinde a un metro de la meta. Somos regalos del cielo, y de broma. Somos miedicas, cobardes al fin y al cabo. Somos borrachos tratando de resolver un problema. Somos azul, triste y sereno. Somos todo corazón, roto. Somos todo esperanza, perdida. Somos todo resurgir, y todo cenizas. 

No somos nada.